Salmo 33: 6 = Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas.
Yo quiero que tú leas esto con tu máximo entendimiento, porque no se trata solamente de bellas palabras matizadas en un poema por un salmista cargado de romanticismo. Se trata de revelaciones proféticas instaladas para nuestra maduración y crecimiento. Por ejemplo, este salmo tiene que ver, absolutamente, con aquel texto del Nuevo Testamento que nos advierte que nuestra palabra tiene poder, y que todo lo que digamos, creyendo, nos será hecho. No se trata solamente de pensarlo o, incluso, merecerlo; se trata de declararlo en voz alta, para que ello se produzca. Por eso dice que nos será hecho todo aquello que digamos. Y cuando dice todo, entiende por favor que se refiere puntualmente a eso: todo. Tanto lo que estimamos como bueno como lo que consideramos como malo. Por lo tanto, cuidado con lo que habla tu boca. Ábrela sólo para bendecir.